Por carlota elena guerrero
De acuerdo a la forma en que los pulmones se llenan de aire
podemos dividir la respiración en tres tipos: Clavicular, Torácica y Abdominal.
Se llama respiración Clavicular cuando el aire inhalado solo
alcanza a llenar la parte más alta de los pulmones. Esto se refleja en una
elevación de las clavículas al inhalar y es típica en las mujeres que por
razones sociales desean mantener el abdomen tenso. Esta respiración es muy
superficial e indica que los pulmones no están renovando suficientemente el
aire inhalado.
La respiración Torácica se realiza cuando el aire logra
llenar las 2/3 partes de los pulmones pero aún no llega a renovar todo el aire
almacenado en los pulmones. Esta respiración se hace visible cuando la caja
torácica se eleva al inhalar. Es característica de los hombres que desean
mostrar los pectorales.
La respiración Abdominal se consigue llevando el aire hasta
la parte más baja de los pulmones. Esto se logra cuando al inhalar permitimos
que el diafragma descienda empujando el abdomen. Se podrá observar que al
inhalar el abdomen se eleva y al exhalar desciende. Esta es la mejor de las
tres respiraciones descritas puesto que logra renovar el aire acumulado en la
parte más baja de los pulmones.
Es la respiración que realizan los niños naturalmente.
Son innumerables los beneficios que se obtienen de la
respiración abdominal. El renovar todo el contenido de aire de los pulmones
permite una mejor oxigenación de las células, gracias a lo cual mejoran las
funciones metabólicas y fisiológicas del cuerpo, el cerebro se oxigena y la
mente tiene un mejor rendimiento en todas sus facultades. El cuerpo se relaja,
la mente se calma.
Para conseguir los más altos beneficios de la respiración
abdominal, antes de cada inhalación debemos practicar una exhalación profunda
que permita que salga de los pulmones la mayor cantidad de aire viciado. Así,
los pulmones estarán en mejores condiciones de recibir mayor cantidad de aire
fresco.